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martes, 3 de septiembre de 2013

Atractaspis andersonii

Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Lamprophiidae
Género: Atractaspis
Especie: Atractaspis andersonii Boulenger, 1905

Atractaspis andersonii

Las serpientes del género Atractaspis son extraordinarias en muchos aspectos. Se trata de serpientes que han traído y traen de cabeza a los científicos, y a día de hoy todavía no está claro donde encajan dentro del árbol evolutivo de las serpientes. Fueron inicialmente clasificadas junto con los elápidos (cobras, mambas y corales), pero con el tiempo los científicos las han ido cambiando de grupo, clasificándolas entre los vipéridos, los colúbridos o en su propia familia independiente. Actualmente forman junto con las dos especies del género Homoroselaps la subfamilia Atractaspidinae, que con los muy emparentados Aparallactinae formarían un clado dentro de los Lamprophiidae.

Además de un potente veneno, presentan una larga lista de peculiaridades anatómicas que las hacen únicas entre las serpientes, y simplemente repasarlas da para varias entradas, pero si por algo son famosos estos ofidios es por ser capaces de "morder" con la boca cerrada y "de lado y hacia atrás". Y aquí conviene hacer una seria advertencia: quien esté acostumbrado a inmovilizar serpientes venenosas sujetándolas por detrás de la cabeza, método que requiere de una buena dosis de sangre fría pero que funciona perfectamente con cobras y víboras, que jamás intente hacerlo con una Atractaspis.

La dentición y la estructura y articulación de mandíbulas y cráneo están altamente especializadas en estas serpientes, que poseen dos largos colmillos inoculadores, uno en cada lado y que funcionan independientemente, pudiendo la serpiente desplegar el derecho o el izquierdo según le convenga, asomando este por un lado de la boca cerrada y quedando dirigido hacia abajo y hacia atrás. La serpiente entonces no muerde realmente, sino que apuñala "hacia atrás" con un breve y rápido movimiento lateral de la cabeza. Esta es la razón por la que la forma segura de sujetar a la mayoría de serpientes venenosas colocando los dedos detrás de la cabeza no funciona con estas especies, que pueden alcanzar fácilmente el dedo de su captor con su peculiar "puñal".

Las Atractaspis viven y cazan en galerías subterráneas, donde se alimentan de crías de pequeños mamíferos como ratones o musarañas y de reptiles fosoriales. Su extraño sistema de inocular veneno podría haber evolucionado como una respuesta a la falta de espacio para maniobrar en las galerías subterráneas.

Más información (en inglés) sobre estas fascinantes serpientes en el artículo Side-stabbing stiletto snakes de Darren Naish.

2 comentarios:

  1. Muy buena foto, interesante descripción de las especie.

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  2. Madre mía vaya preciosidad de bicho! en cierto modo sí se notan sus hábitos subterráneos. Felicidades!

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